Comenzaré
la segunda parte de este artículo con una frase de Albert Einstein el famoso
físico alemán, cuando dijo: “Temo el día
en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá una
generación de idiotas”. Una corta reflexión de alguien que tal vez pudo ver
que nos traía el futuro y hoy nuestro presente.
Bueno
y como lo prometido en el artículo anterior es deuda, te daré aquí 4
claves fundamentales para combatir la distracción, uno de los peores
flagelos de este siglo:
1. Aceptar que es posible la
derrota, sin embargo sigue intentándolo
Cuando
haz comenzado determinado proyecto y te enfocas en ello, estás poniendo
toda tu energía en lograrlo.
Normalmente
este enfoque está dividido en diferentes acciones, ideas y pensamientos. Así
que cuando te concentras en algo, de antemano sabes que tiene mucha importancia
y le prestas más atención.
Y como
todo emprendimiento estás sujeto al fracaso, por eso lo mejor es enfrentarlo
cara a cara y no distraerse con cosas insignificantes. Si entras en una
terrible confusión debido a que tienes 6 cosas por hacer ese día, lo mejor que
puedes hacer es comenzar por alguna (tú decides y no importa el orden) y
centras toda tu atención en esa única cosa y si por alguna razón fallas, lo
único que podrás hacer es enfrentarte a esa realidad, lo bueno es que no podrás
distraerte con alguna otra cosa y empezarás a llevar algo a cabo para
solucionarlo.
Muchas
veces no encuentro que escribir en mi blog, me decido por un tema, le doy vueltas
y siento que tal vez puede ser un tema que no domino al 100%, y que hay otras
personas más expertas en dicho tema. Y es el comienzo de un potencial fracaso y
entonces entro a Facebook y luego a twitter donde todo es divertido y no hay
presión.
Después
de todo esto me doy cuenta que la clave está en enfocarse y no dar la más
mínima opción a la distracción y enfrentar el fracaso de frente. Y en
ese momento elimino cualquier distracción, señalo una vez más mi objetivo
(terminar mi artículo) y cada vez que flaqueo, me vuelvo a enfocar y digo, no
hay otra alternativa. Aquí se trata de ganar o ganar. Si de antemano supiera
que desde el principio va a ser fácil, pienso que nunca haríamos nada
importante en nuestras vidas.
2. Aceptar que no habrá
progreso alguno en otras áreas de tu vida, mientras no te enfoques en algo
Claramente
habrá muchas áreas de tu vida en las que puedes mejorar y de ser posible quisieras
mejorar en todas de inmediato. Quizás pienses que el premio que te espera si
tienes éxito en alguna de esas áreas puede ser muy demorado y es muy probable
que flaquees.
La sola decisión de enfocarse en una única cosa, es una
decisión incomoda. Pero tendrás que mantenerte enfocado, centrar tu atención en
esa única cosa. Por ejemplo tienes que leer un libro sobre finanzas para
aprobar tu carrera, no podrás salir a montar
bicicleta al mismo tiempo.
Es en ese preciso momento que todas las distracciones
suelen aparecer, un sonido de mensaje en tu celular, un mensaje en tu
computador. Entonces, “no necesitas leer ese aburrido libro sobre finanzas, es
mejor entrar a ver los emails que acabas de recibir, será mayor la satisfacción”.
Recordando algunos de esos dibujos animados donde
aparecen a lado y lado de nuestras cabezas un diablillo y un angelito,
empujándonos a lo malo o lo bueno que hay que hacer. Es esa lucha interior entre
lo que te traerá satisfacción a largo o a corto plazo. Lo malo es que cuando te
centras en el corto plazo, al cabo de unos años lo más probable es que te
encuentres en el mismo sitio sin avanzar y prosperar.
3. Aceptar
que la acción que has emprendido, es la más importante
Si la tarea que has escogido te atrae lo suficiente y
decides asumir ese riesgo a un posible fracaso, pero con la disposición de
dedicarle tu atención exclusiva durante el periodo de tiempo que sea necesario,
lograrás concentrar toda tu energía en esa tarea.
Por eso es importante tener metas y objetivos
claramente definidos, ya que si te concentras,
Para lograr tu objetivo existen múltiples caminos que
debes recorrer y decisiones que tomar. Pero aquí no importa si escoges la
correcta, lo importante es avanzar hacia los objetivos que te has impuesto,
aquí lo importante es la acción. Un paso adelante cada vez, por pequeño que
este parezca, es más que quedarse quieto perdiendo tu tiempo.
El ejemplo anterior de centrarse en leer el aburrido
libro de finanzas, es posible que te lleve a pensar “por leer este libro y no poder
montar bicicleta, ahora estoy pasado de kilos”. Yo mejor pensaría, “Ahora que
ya he estudiado este libro y aprobé mi examen universitario, tengo tiempo para empezar
a bajar de peso” y así lograr enfocar tu atención y darle importancia a lo que
haces y no a lo que no haces.
4. Lucha
contra toda distracción y usa una mentalidad de ganador
Cuando has decidido cuál es tu objetivo y cómo lo vas
a realizar, es el momento para utilizar una mentalidad de ganador. Si te pones
a pensar, mantenerte enfocado es algo realmente simple, pero cuando lo llevas a
la práctica se convierte en algo difícil.
Para lograr ese enfoque que tanto deseas y obtener los
máximos resultados de una cosa, primero deberás dejar de lado otras. Pero los
beneficios que obtendrás al mantener esa firmeza, son los más gratificantes que
obtendrás en tu vida.
Irás adquiriendo esta habilidad de enfocarte a través
de la práctica. La gente actúa siempre de manera reactiva, dejándose llevar por
las distracciones, cosas con aparente urgencia y poca importancia. Pero la
mejor decisión sólo la encontrarás en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario