Existe en la actualidad aún empresas
que trabajan con el Marketing Antiguo,
donde influyen sicológicamente en la conducta de las personas, haciendo parecer
más atractivos sus mensajes y por supuesto sus ventas.
Con este anticuado enfoque donde se
busca manipular, convencer, de alguna manera seducir, logrando su objetivo
final que es vender sin informar. Claro actualmente esta forma de marketing ha
ido desapareciendo entre las nuevas empresas, que tratan de obtener más
afinidad y respeto por el usuario final, llevando a cabo un Marketing con responsabilidad.
Todavía hay algunas grandes empresas
que utilizan 3 prácticas antiguas para provocar a la compra:
1.
Hacer creer a los usuarios que pertenecen a un grupo de ganadores o sabios
Con la anterior suposición ningún
usuario desea sentirse como un idiota o un perdedor, al contrario le gusta
sentirse que está informado, a la moda, sentir que tiene la razón. Por tal
motivo la publicidad mentirosa está basada en recomendaciones de especialistas
(médicos, entrenadores, ingenieros. etc.) o también asegura que 8 de 10
personas prefiere tal o cual producto.
2.
Hacer creer que el con producto vendido se está evitando alguna clase de
pérdida
Ese Marketing Antiguo conoce a la perfección que a nadie le gusta
perder. Supuestamente elabora productos que evitan la pérdida de tiempo y
ahorran dinero, pero realmente encubriendo que ese ahorro de tiempo significa
una pérdida mayor. Por ejemplo el de perder peso con dietas relámpago utilizando sus productos que al
final traen consecuencias irreparables en la salud. En su publicidad siempre
está alentando el factor miedo (a ser rechazado socialmente), por ejemplo: no seas
pobre, no seas gordo, no continúes con tu ignorancia, etc.
3.
Hacer que sus argumentos sean válidos al recurrir a estudios científicos o a
figuras de autoridad o a personas que generan confianza
Los títulos como “Doctor”, “Arquitecto”,
“Abogado”, ejercen una influencia a la cual es imposible resistirse cuando son
utilizados para reafirmar el producto o el servicio. Al igual que los “estudios
científicos” o encuestas dirigidas por las mismas empresas, en la cual los
datos respaldan convenientemente sus productos y sin informar con realidad
acerca del mismo.
No voy a referirme específicamente a
ninguna empresa en particular, pero lo vemos a diario en todos los medios como
las grandes empresas hacen uso constante de las técnicas anteriormente
mencionadas y como sus productos altamente procesados altos contenidos de azúcar
y grasa, con ingredientes artificiales y de los cuales se sospecha, producen
enfermedades graves en quienes son sus consumidores asiduos.
Para concluir mi propia consideración,
lo único que veo con eses tipo de marketing es la falta de responsabilidad con
las consecuencias que todo esto traerá a los usuarios finales.
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