En Latinoamérica no tiene nada de raro
ver a cada Diseñador Gráfico en una
situación difícil e incómoda donde los clientes no quieren pagar lo que
realmente vale nuestro trabajo o sencillamente no le otorgan nada de valor al
esfuerzo y trabajo realizado en cada uno de sus proyectos.
De igual forma, al ser contratados (En
especial si eres Freelance), la
gente tiene la idea de pagarte la menor cantidad posible a cambio de una enorme
cantidad de trabajo. Lo que deja al Diseñador en una posición no muy buena, con
el dilema de… “acepto lo que el cliente
pide o me quedo sin nada”.
En lo personal pienso que esta es una
situación que sucede al tener clientes de “Poca
Calidad”… y realmente es poco lo que podemos llegar a hacer para cambiar la
forma de pensar de esos clientes, pero lo que si podemos hacer es pensar en cómo obtener Clientes de Gran Calidad,
los cuales sí le dan valor al Diseño.
Sin embargo quiero decirte que no
existe una fórmula mágica para tal fin. Pero, con un poco más de esfuerzo
podrías ir orientando tu negocio hacia ese tipo de clientes, lo único que
necesitarás es tu propia confianza y quizás seguir los pasos que te nombraré a
continuación:
1.
Averigua cuánto vales
Esto es fácil decirlo, pero difícil hacerlo.
Muchos Diseñadores no saben realmente cuánto vale su trabajo, porque además no
saben cómo calcular su valor. Para saber con certeza tu valor, puedes usar la siguiente calculadora para determinar tu valor por hora.
Lo importante es no desesperar por
lograr un contrato ya que esto se verá reflejado y el cliente tendrá esa
precepción sobre ti. Los clientes de Gran
Calidad quieren Diseñadores de Gran
Calidad. Por eso la confianza es lo más importante y debe dar a entender “Yo valgo más que eso y mi trabajo vale
mucho más”. El cliente tomará esto como una verdad y si no es así debes
mantenerte invariable en tu precio y lograr que el cliente lo acepte.
Un
error común es cobrar
poco para darte a conocer, esta es una de las técnicas que utilizan la mayoría
de negocios cuando están comenzando, sin embargo he visto que al final se
convierte en una arma de doble filo, ya que sí puede atraer cliente, pero de Poca Calidad.
No se necesita ser un presumido, pues
nadie es indispensable, pero no hay nada de malo en hacer notar que tu negocio
sí lo es.
2.
Decir Sí a todo no siempre es bueno
La mayoría de clientes piensa que
estás disponible siempre, además quieren un cobro mínimo y un servicio de
excelente calidad. Son estos clientes los que te están enviando emails a cada
rato, te atormentan con llamadas e incluso te piden otros servicios adicionales
por el mismo precio. (Trayendo a colación el artículo de mi peor cliente)
Claro está que hay que ofrecer un poco
extra al cliente, lo que establece fidelidad de su parte. Sin embargo hay que
hacerle saber que cada cambio adicional conlleva un costo adicional.
Por eso es bueno tener establecido
desde el primer momento el costo del trabajo y el costo de cada cosa extra.
3.
No engañes, más bien orienta
Conozco muchos colegas que ofrecen al
cliente cosas que no necesita. En la mayoría de los casos el cliente llega con
ideas de lo que necesita, pero nuestro deber es investigar y así poder
orientar, si una de sus ideas no es la más apropiada. Al final el cliente te lo
agradecerá.
Cada uno de los anteriores consejos es
sólo una guía, porque al final debes tener tu propia fórmula, esa que hará que
tu trabajo sea de Gran Calidad.
Y Tú, ¿Cómo puedes obtener Clientes de Gran Calidad?...
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