Cuando aprendí algo de
fotografía, hace poco más de 20 años, la parte que más me gustaba del proceso
era todo aquello que se llevaba a cabo en “el cuarto oscuro”, la mezcla de los
químicos el revelado, la exposición en fin toda esa serie de procesos manuales
que hacían de la fotografía algo artístico.
Hoy hemos pasado de las
emulsiones de los negativos de esas antiguas cámaras a los megapíxeles de las cámaras digitales. Sin embargo todo sigue
avanzando y en la actualidad tenemos las fotografías vivas que no utilizan megapíxeles
sino haces de luz (megarayos) y aunque suene como algo metafísico finalmente es
una realidad.
Por ejemplo con una cámara convencional
puedes enfocar un plano único de luz, pero con ésta cámara puedes captar todos
los planos de luz en una sola fotografía.
Pero, ¿Qué quiere decir
esto? Pues, que logras fotografías más reales con algo muy particular y que es
lo que sorprende y es que dichas fotos
las puedes enfocar después de que las haz tomado, con lo que logras esas Fotografías que tienen Vida.
Aunque parezca inverosímil,
así es. Tomas tu foto, luego llegas a tu casa y con la mayor tranquilidad
puedes escoger el mejor enfoque. Es algo que además de ser fascinante, agrega
velocidad a tus fotografías, pues evitas eso tan necesario con otras cámaras
que es el enfoque o el auto-enfoque. Únicamente aprietas el botón y listo,
posteriormente enfocarás como se te antoje.
Obteniendo una calidad de
fotos bastante alta, 11 “megarayos”
o mejor dicho 11 millones de haces de luz o lo que es el equivalente a 22 megapíxeles.
Esta pequeña cámara cuenta con unos buenos lentes y un zoom óptico de 8
aumentos.
Pero, lo mejor es entenderlo
por sí mismo, por eso te dejo unos ejemplos para que lo entiendas mejor y te
admires de esta nueva tecnología.
Ejemplos
interactivos
Puedes ir haciendo
clic en cualquier parte de la imagen y empezar a enfocarla a tu gusto.
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