A diario cuando nos comunicamos con otras personas
utilizamos expresiones que en su contexto envuelven una contradicción, sin
embargo más allá de las condiciones contradictorias, los factores expuestos
parecen ser reales, válidos o que son verdad, por ejemplo decimos: “La
bondad de sus actos sólo terminó generando un gran mal” o “para llegar rápido,
nada mejor que ir despacio”. Esto es lo que llamamos una Paradoja.
Y así como todas las profesiones que implican
creación, hoy me refiero al diseño gráfico como una labor plagada de paradojas.
Por lo tanto si te vas a aventurar en esta loca profesión te recomiendo que
dejes atrás algunos prejuicios en el tema del dinero, los clientes y las ideas.
Te recomiendo entonces des un vistazo a las 12
paradojas recogidas en unas originales ilustraciones hechas por el diseñador
sueco Tobias Bergdahl.
No hay malos clientes, sólo malos diseñadores gráficos.
La mejor forma de convertirse en un gran diseñador
gráfico es convertirse en cliente.
Si
queremos educar a nuestros clientes sobre el diseño, debemos educarnos antes a
nosotros mismos sobres nuestros clientes.
Si
queremos hacer dinero como diseñadores gráficos, debemos concentrarnos en el
trabajo, no en el dinero.
Para
un diseñador gráfico tener habilidades verbales es tan importante como tener
habilidades visuales.
La
mayor parte de las ideas fracasan, y no porque sean malas ideas sino porque están mal presentadas.
Los
diseñadores que utilizan el argumento de “Yo sé más porque soy un
profesional” son
normalmente diseñadores poco profesionales.
A
menudo imaginamos que todos los buenos proyectos van a otra gente. Y no es así.
De hecho, casi todos los trabajos
arrancan no siendo buenos ni malos.
La mejor manera de autopromoción es evitar hablar sobre ti mismo.
El
cerebro de un diseñador es capaz de mucho más que lograr que las cosas parezcan
bonitas.
Si no
creemos en nada, entonces nuestros
clientes no tendrán ninguna razón para creer en nosotros.
Los
diseñadores imaginan a menudo que necesitan estar adosados (Poner una cosa junto a otra que le sirve de respaldo o apoyo) a sus clientes, pero hay también muchas ventajas en
ser un intruso.
Espero que cada uno de estos puntos que al final son una paradoja te sirvan para la profesión en la que te desenvuelves y ya no haya confusión a la hora de tomar una decisión en la profesión que elijas.
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