Durante mi experiencia como
administrador de mi empresa y asesor de muchas otras que requieren mis
servicios en cuanto a sus diferentes estrategias de marketing he adquirido algunos conocimientos acerca del auto-liderazgo, que quisiera compartir
con ustedes.
Veo a menudo gran número de personas
sin el ánimo de tomar sus propias decisiones, queriendo además soluciones
importantes para su vida, pero que alguien más sea el que tome ese liderazgo. Asumiendo que ese alguien más
lo hará, incluso llegando a molestarse si no lo hace.
Y me planteo entonces la siguiente
pregunta: ¿Qué fuerza extraña nos impide
tomar responsabilidad por aquello que nos interesa?
Resulta que cuando somos empleados
dejamos todo ese liderazgo al jefe,
debido a que es más cómodo y por otro lado nuestras múltiples iniciativas
rechazadas, nos llevan a desistir finalmente y no volver a proponer nunca más.
Tanto así que se deja a un lado el
hecho de proponer cosas, debido a que en las empresas colombianas
frecuentemente llegamos a la conclusión
de que cualquier proposición es prácticamente una agresión directa a nuestro
jefe inmediato, siendo en sí una práctica peligrosa y el empleado opta por la
inercia, es decir, obedecer lo que diga el jefe.
Esto convierte la conducta de muchos
empleados en lo que comúnmente llamamos “ser lambón”, matando así el auto-liderazgo,
diciéndole al jefe que todo lo que él dice está perfecto y librarnos de
cualquier responsabilidad para tener que proponer algo y de esta manera no
recibir un rechazo.
Otra práctica recurrente en las
empresas es que los mismos empleados más antiguos, le indican al recién llegado
“Donde manda capitán no manda marinero, entonces ni te apures ya que nada va a
cambiar”, cohibiendo de inmediato la iniciativa y el auto-liderazgo.
Surge entonces otra pregunta: ¿Será que trabajar en oficinas hace que la
inercia de grupo y el miedo al jefe, elimine por completo cualquier forma de iniciativa
que tenga que ver con auto-liderazgo?
8 horas o más, sumergido en un mismo
lugar y si añadimos la fuerte presión social, convierten a cualquiera en
alguien falto de creatividad. Posiblemente hemos desarrollado la habilidad para
destruir a quien quiere sobresalir.
Entonces ¿De qué manera se puede
desarrollar el auto-liderazgo, aun cuando nunca lo hemos desarrollado en ningún
sitio?...
1. Hay
que decidir hacerse cargo
De una buena vez tomar la decisión y
hacer lo que sea necesario para ponernos en movimiento y tomar acción.
2. Confianza
en sí mismo
Debes saber que cuentas con un enorme
potencial y un gran poder interno, el cual está lleno de certezas y además
funciona
.
3. Hay
que arriesgarse
No importa lo que haya que hacer,
simplemente hacerlo y al final el resultado nos proporcionará un gran
aprendizaje.
4. Reconocer
que somos valientes al haberlo hecho, no importa el resultado
Y si todo salió bien, ¡Felicitaciones!
Te llenarás de más confianza para las decisiones futuras. Si salió mal, lo
mejor es tomar esta experiencia como un aprendizaje valioso, para no cometer el
mismo error más adelante.
Es básicamente llenarnos de
responsabilidad por nuestras acciones, creando así nuestro destino, lo que nos
dará grandes satisfacciones.
Recuerda que no decidir es también una
elección, tú eres el creador de tu propio destino, aprendamos entonces mientras
vamos recorriendo el camino para ser dueños de nuestra vida.
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